La Musa Heroica
Si quieres que tu canto digno sea
de tu misión, del siglo y de la fama,
no derroches el estro que te inflama
en dulce pero inútil melopea.
Lanza las flechas de oro de la idea;
depón el culto de Eros y proclama
otro mejor; la lucha te reclama:
yérguete altivo en la social pelea.
No enerves tu vigor con el desmayo
del femenil deliquio; ya no es hora
de lágrimas y besos; doquier mira:
Hoy la estrofa compite con el rayo,
la inspiración es lava redentora y clava
en manos de Hércules la lira.
Hojas
En la hoja de algún libro, sepultada,
para que pase así de gente en gente,
deja el genio la idea que en su mente,
brotó como la luz de una alborada.
Y el héroe que tras épica jornada
triunfar hizo a su ejército valiente;
de la historia en una hoja refulgente
deja un rastro con la hoja de su espada.
Más, lo que me sorprende y acongoja
es ver que, al que en una hoja se eterniza
se da también por galardón una hoja.
Pues la gloria que tanto preconiza el hombre,
que como árbol se deshoja, en la hoja
de un laurel se sintetiza.
Cadalso, E. P. (1960).